Callecita florida, callecita serena, 
te recorro con mi vista y con 
pasos trémulos me dirijo hacia el fondo,
ahí donde el camino dobla 
y se pirde para el que observa 
con los ojos del cuerpo,
no así para los del alma
que están, sugestivamente, invitados
a seguir y perderse en los 
abismos de la imaginación...
¿Qué se esconderá al doblar la calle?
¿Qué habrá al final del camino?
Qué cada uno lo vea 
por sí mismo...
Inés Carozza

 
